Llegando a buen Puerto
O conteúdo abaixo está em espanhol, pois foi escrito por um voluntário chileno.
Nunca imagine, en mis 25 años, que tendría la oportunidad de conocer un lugar tan maravilloso como el que experimente en enero de este año. La verdad es que había escuchado un par de veces, por comentarios de amigos, que existía un lugar más allá de Rio de Janeiro o Sao Paulo (Brasil para el extranjero Chileno) llamado Porto da Folha. Pero no esperé vislumbrar un lugar como el que me encontré, un territorio lleno de gente cálida y rico en vida más simple.
Soy fonoaudiólogo, o intento serlo, y cuando me plantearon la idea de viajar a Brasil a conocer otra realidad, a cooperar y servir junto a “Neo Missio”, no lo pensé dos veces. Estaba deseoso de entregar mis conocimientos para el servicio a los demás, o incluso, entregar mis capacidades para trabajar en la reforma de las escuelas. La idea era servir a como dé lugar.
Al llegar fue grande mi sorpresa, puesto que la realidad que veía en televisión o que conocí en mis anteriores viajes a Brasil, era bastante distante a la que me encontré, ¿otro país? ¿Otra forma de ver la vida? ¿Desigualdad social? Sea lo que fuera, me impacto sobremanera. Un alto nivel de precariedad, escuelas totalmente destruidas, servicio de salud deplorable, me entregaban la sensación de encontrarme en un pueblo abandonado por las autoridades y un pueblo sin ningún derecho a reclamar por lo que les correspondía.
Durante mi estadía, tuve la posibilidad de compartir con algunas personas que necesitaban con urgencia de mis servicios. Me sorprendió enormemente la escaza habilitación de profesionales de la salud en Porto da Folha, y como las personas debían esperar meses para ser atendidos por algunos profesionales. Me conmovió la desinformación que tenían respecto a sus enfermedades y la carencia de tratamiento.
Más allá de todo esto, encontrarme en medio de un pueblo inyectado de alegría, con un corazón cálido, sobremanera, me contagió de su ritmo de vida. Conocer a “buraqueros” cien por ciento de la región, conocer otra cultura, y ser acogido como un hijo en esa tierra, me marcaron de tal forma que me han llevado a replantear mucho de mis lineamientos como profesional, incluso, podría decir que me ha llevado a reestructurar, algunos aspectos de mi propia vida.
Felipe Vidal – Fonoaudiólogo – Chile: